viernes, 2 de enero de 2009

EL ENAMORAMIENTO

La certeza de no estar seguro más que de eso mismo

La incertidumbre del enamoramiento radica precisamente en su veraz falta de certeza. Sabemos que estamos enamorados. Pretendemos estar enamorados. Deseamos estar enamorados. El deseo y la pretensión no se acercan ni remotamente a la certeza. Si el hombre tiene la inherente necesidad de la búsqueda de conocimiento, ¿Por qué carajos busca estar inmerso en la incertidumbre del enamoramiento?

El amor nunca termina bien. No es una postura, como se pudiera pensar, negativista, por el contrario: el término significa la consecución de un objetivo primario, el del inicio.

El amor siempre termina bien. No es una postura, como se pudiera pensar, positivista, por el contrario: bienestar es algo que procuramos encontrar a través de todos y cada uno de nuestros actos, no importando que tan grotescos o autodestructivos parezcan éstos.

El amor termina. No es una postura, como se pudiera pensar, necrófila, por el contrario: la muerte es el fin último, de lo que sea; siempre es el destello fulminante precedente de la nada, como el orgasmo.

Ricardo X. MARTÍNEZ SÁNCHEZ

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