martes, 27 de enero de 2009

CHILE

"Te hubiera dado más de lo que me robas"

Joaquín Sabina



Lo que no está y no perdí, seguro me lo han robado.

No es, obviamente, la primera vez. Me han robado cosas importantes, la mayoría de ellas con mi complicidad. Me han saqueado una y otra vez sin que yo llame a nadie para denunciar.

Cada una de esas veces yo escribí.

Anoté lo perdido, para perderlo un poco menos. Anoté, también, lo ganado, para fotografiar de adentro la alegría de mi alma en ese descubrimiento. Anoté lo incierto, para darle un poquito de contorno. Anoté lo oscuro para verlo, anoté lo claro para irradiarlo.

Yo, que tengo muchos oficios inútiles, encuentro en el oficio de escribidora la única cuerda que me afina y me alinea con mi propia humanidad.

Por eso duele.

Un diario es tan poco, salvo para el que lo ha escrito. Anotaciones literarias, notas de ensayos que no escribí, lágrimas que lloré bien o mal, risas ilícitas de las que me apropié. Cosas de nada que sólo encontraban sentido en mi propia demencia.

Sólo yo tenía el conjuro.

¿A quién podrá servir mi estúpido modo de ser río y piedra, de ser socorro y nunca? ¿A quién mis preguntas sin raíz, mi té sin azúcar, mis sonatas de ombligo y lunares?

Nostalgia de papel.

Ojos en tinta.

El pulso de la memoria.

Yo, apenas.

Y esta orfandad de biblioteca.

De El refugio de los cronopios

No hay comentarios: