Cinco minutos de trayecto, ¡cinco!, y le bastaron al taxista para darme un mitin político en toda regla. No me pidáis que lo explique porque ni yo lo entiendo. Pues mire usted, me decía y ya la coletilla me recordaba tiempos pasados, yo no estoy de acuerdo con la huelga porque los de los sindicatos son unos vagos, yo lo único que se es que con Aznar yo vivía mejor y yo voto a quien me hace vivir mejor y ahora pues, no tengo clientes. ¿sabe?. Cambia lo del Aznar por Franco y parece que no ha pasado el tiempo. Lo del cliente tiene la razón se lo pasan por el forro a la torera vaya, es que les importa un pimiento el color de tu cartera mientras tenga dinero para pagar la carrera. En cuanto subes al taxi se tranforman y te sueltan la perorata mientras tu solo te atreves a decir pe.., si, pe…., bueno si pe…, nada, ni caso. Sole le colé uno por la escuadra que hizo que pasara del mitin al cuidadín con lo que digo: “Mire, el problema del taxista es que a ustedes en algún momento de la historia les engañaron. Les convencieron de que siendo autónomos ganarían más, y ganar ganan más, pero a costa de las vacaciones, de horarios abusivos, de costearse las licencias a precio de chalet en la sierra, de no poder ponerse malos y de no tener patrón al que protestar y sobre todo de tener una jubilación de mierda porque no cotizan lo que deberían para tener una como dios manda. Pero eso no tiene nada que ver con protestar contra una reforma laboral injusta que castiga a los de siempre.” Son 6,50€.
Traído de theblog.es
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