lunes, 11 de mayo de 2009

RUBIROSA: SI LLEGA EL AMOR, QUE TE ENCUENTRE AMANDO



Porfirio Rubirosa tuvo siempre la convicción de que la vejez nunca lo tocaría.

Sentía terror cuando pensaba, que algún día tendría que retirarse de ese mundo de derroche, mujeres, parrandas y lujo al que siempre estuvo acostumbrado. Por eso no ha de extrañar a muchos, que la muerte de Rubi haya sido un suicidio, y no un accidente de tránsito. “Antes muerto que aburrido”, solía decir.

Rubi, como lo llamaban cariñosamente, nació dentro una familia de clase media en la República Dominicana. Los primeros años de su vida los pasó en Francia. Tenía la virtud de caerle bien no sólo a las mujeres; también era admirado por muchos hombres de su época.

Un día jugando polo, su deporte favorito, Rubi impresionó de tal manera al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo que éste lo nombró para el cuerpo de ayudantes militares de la Presidencia.

En esos tiempos conoció a Flor de Oro, su primera esposa, hija del dictador. Después del matrimonio fue enviado por Trujillo a Bélgica y de ahí a París, como diplomático.

“Será un gran diplomático, porque tiene gracia para la mujeres y además es un gran mentiroso", había dicho Trujillo, al momento de designarlo.

José Luis Vilallonga en su artículo “That Man”, dice que “Rubirosa tenía un truco encantador cuando hablaba con quien fuera, hombre o mujer. Parecía que el resto del mundo perdía todo interés para él”.

Una vez, cuenta Vilallonga en el mismo artículo, a Barbara Hutton (su esposa) se le rompió una prótesis que usaba en los dientes, mientras cenaba en un restaurant con el famoso “Play Boy”. De inmediato Rubi hizo una lista de cien hoteles y restaurantes en todo el mundo donde Barbara usualmente iba o podría ir y envió a cada uno de ellos una réplica de la prótesis; años después, estando ya separados, ella sufrió un accidente similar en otro hotel y el mesero le pasó a la señora el diente envuelto en papel de plata. Así era de detallista.

Elsa Maxwell, desaparecida cronista de sociedad dijo sobre Rubi que “cualquier hombre podría aprender sobre las mujeres observando a Rubirosa, porque básicamente su magnetismo es sólo cuestión de cortesía y consideración hacia todas las mujeres, jóvenes o viejas, bellas o no.”

Zsa Zsa Gabor comentó un día ...“es el tipo de hombre que destrozaría paredes con las manos para llegar a una mujer.”

El hecho de que fuera estéril, de estatura pequeña, cinco pies y nueve pulgadas, no afectó en nada su vida de “don Juan”, muy por el contrario, las mujeres lo asediaban.

Truman Capote describió en su novela inconclusa “Answered Prayers”: “El principal atributo de Rubi es una macana café con leche de once pulgadas, tan grueso como una muñeca de hombre”. Su constante estado de erección le ganó el nombre de “siempre listo”.

Su segunda esposa fue Danielle Darrieux, en ese entonces, la actriz mejor pagada de Francia. Fue precisamente en una entrevista, que la actriz concedió, donde Rubi conoció a la reportera Doris Duke, heredera de una fortuna de más 100 millones de dólares y quien tiempos más tarde se convertiría en su tercera esposa. Días después de la entrevista, Doris le envió un telegrama diciéndole "cuando termines con Danielle llámame."

Otra anécdota dice, que estando Rubi con Doris en un hotel en Francia, éste fue a comprar cigarrillos para ella, encontrándose en el camino con Manóuche, una vieja amiga y amante, ésta lo convenció de tomarse un trago antes de comprar los cigarrillos; pasaron tres días antes de que Doris se encontrara de nuevo con su esposo.

Luego del rompimiento con Doris volvió casarse, esta vez con Barbara Hutton, a quien los periodistas de sociales le llamaban “la pobre niña rica”, por su delicado estado de salud. Barbara era la mujer más rica de ese tiempo. Dueña de la cadena de tiendas Cinco y Diez. Pero el matrimonio duró menos de dos meses. Rubi justificó el divorcio diciendo “esa mujer quiere estar todo el día en la cama y criticando mi estilo de vida".

Por último contrajo matrimonio con una joven francesa, de 19 años, Odile Rodin, actriz a la cual le llevaba 31 años.

Entre las muchas mujeres que pasaron por sus vidas se conocen a Eva Perón, Ava Gardner, Marilyn Monroe, Jayne Masfield, Verónica Lake, Dolores del Río, Zsa Zsa Gabor y Eva Gabor entre otras.

Rubi era tan delicado con las mujeres que aún divorciándose de ellas nunca rompía la amistad; muy por el contrario algunas, como es el caso de Barbara, continuaban haciéndole exquisitos regalos.

Una vez proclamó y juró que viviría un estilo de vida a la altura de su reputación. “El niño bien ” como también se le conocía a Rubi decía que “la mayoría de los hombres viven para ahorrar dinero, yo vivo para gastarlo”. Esto lo llevó a una vida de despilfarro. Según algunos amigos, en promedio, él gastaba dos millones de dólares al año. En una ocasión llegó a pagar doscientos mil dólares por un avión, dinero que sacó de la cuenta personal que le había regalado Barbara Hutton con doscientos cincuenta mil dólares.

A los 56 años, con la habilidad de "don Juan" en decadencia y con la perspectiva de vivir en la pobreza, tomó su carro Ferrari descapotado y lo chocó contra un árbol en la avenida de la Reina Margarita en París. Era el 5 de julio de 1965 cuando los hilos dieron la noticia sobre la muerte del más famoso “Play Boy” que ha conocido el mundo.

José Ignacio REYES

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