1.- Esconderás las latas bajo todas las cosas (mejor en el contenedor de la calle, que hay invitados cotillas que te registran disimuladamente hasta la basura)
2.- No tomarás el nombre impostor en vano (si es caro o no se encuentra en el súper, no es impostor)
3.- Aprovecharás las fiestas. Desengáñate, si tardas tres horas en hacer una receta, no es impostora.
4.- Honrarás a Falsarius y le enviarás todos los meses un 10% de tu sueldo (es opcional, pero se agradecería mucho).
5.- No envenenarás a tus invitados (impostores sí, pero no criminales). Y si se te intoxica alguno, la culpa al latero.
6.- No cometerás actos impuros, al menos mientras cocinas. Muy especialmente si voy de invitado.
7.- No hurtarás (o sí, a mí me la sopla), pero distraer unos langostinos en bodas y comuniones para enriquecer tus guisos, no es moralmente rechazable.
8.- Engañarás a tus invitados. El uso de productos naturales, sabiamente mezclados con tus latas o precocinados, no sólo es lícito, sino casi imprescindible. Lo natural encubre lo impostor.
9.- No te consentirás culpabilidades inoportunas. Si alguien duda de la autenticidad de un plato, muere negando
10.- No codiciarás los bienes ajenos. Nada de tomar apuntes en casa de un amigo, si quieres mi libro, cómpralo.
Falsarius chef, en Cocina para impostores
viernes, 27 de febrero de 2009
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