lunes, 15 de noviembre de 2010

SOÑADOR SOÑADO

[...] Y luego hubo otro cuento, que se llama Las ruinas circulares, con el que me ocurrió algo que no me ha sucedido nunca. Ocurrió por única vez en la vida, y es que durante la semana que tardé en escribirlo (lo cual, en mi caso, no significa morosidad, sino rapidez) yo estaba como arrebatado por esa idea del soñador soñado. Es decir, yo cumplía mal con mis modestas funciones en una biblioteca del barrio de Almagro; yo veía a mis amigos, cené un viernes con Haydée Lange, iba al cinematógrafo, llevaba mi vida corriente y al mismo tiempo sentía que todo era falso, que lo realmente verdadero era el cuento que estaba imaginando y escribiendo, de modo que si puedo hablar de la palabra inspiración, lo hago refiriéndome a aquélla semana, porque nunca me ha sucedido algo igual con nada.

Jorge Luis BORGES

domingo, 14 de noviembre de 2010

SEAMOS REALISTAS

INSTRUCCIONES PARA FABRICAR UNA GUERRA


Edward GOREY



A finales de los años cuarenta del siglo pasado el psicólogo Muzafer Sherif, consiguió fabricar una guerra sin necesidad de religiones, disputas ideológicas o enclaves estratégicos.
Lo siniestro del asunto es que tampoco le costó demasiado conseguirlo.

Sherif se llevó de campamento de verano a un grupo de niños entre once y doce años. Estos chavales no se conocían entre ellos, no eran especialmente problemáticos y no existían diferencias significativas entre ellos en cuanto a ambientes socioculturales y económicos.
Cuando ya habían transcurrido unos días y los niños se conocían entre ellos, Sherif decidió que empezara el espectáculo y dividió a los chavales en dos grupos, los “Águilas” y los “Serpientes”.


En cuanto lo hizo, los dos colectivos empezaron a estructurarse. Los chavales se apresuraron a encontrar un papel en su grupo: líder, gracioso, cimentador, protegido, gracioso,…
Cuando los roles ya estaban establecidos, el ladino psicólogo pasó al siguiente nivel del juego: se dedicó a fomentar la competitividad entre ellos.
Para ello, ideó tareas en las que sólo un grupo pudiera alcanzar el éxito: el inevitable partido de fútbol y el viejo juego de tirar de una cuerda servían muy bien para ese fin. Asumiendo el papel de sheriff en este tipo de tareas, el investigador consiguió crear una guerra entre “Águilas” y “Serpientes”.
La hostilidad entre los dos grupos fue aumentando y pronto empezaron las peleas y los insultos. El psicólogo había conseguido crear un ambiente bélico tan realista que, en poco tiempo, comenzó la quema de banderas, un ritual simbólico que no falta en las disputas nacionalistas. Enfrentando a los dos grupos en juegos competitivos, Sherif logró también otro fenómeno clásico de racismo: los miembros de un grupo no hablaban de los miembros del otro como “Águilas” o “Serpientes”, sino que inventaron epítetos despectivos. Por último, logró un efecto paradójico que también ocurre en los conflictos de la vida real: cuando el psicólogo favorecía a un determinado grupo injustamente, los miembros del otro no reaccionaban contra el causante de la injusticia, sino contra el otro grupo.
Con métodos sencillos y sin necesidad de patrias, razas ni clases sociales, Muzafer Sherif creó una guerra en la que la excusa eran todas estas cuestiones.


La teoría que intentó plasmar Sherif en su experimento era sencilla, pero importante. Según él, los conflictos surgen cuando dos grupos compiten por algo en lo que sólo uno puede ganar. Si un colectivo siente que, para alcanzar su objetivo, tiene que luchar contra otro, nacerá una guerra.
¿Y qué se necesita, entonces, para que una guerra termine? Según Sherif, que se dé el fenómeno contrario: que los grupos crean que es mejor unirse para alcanzar sus objetivos.

Sherif puso manos a la obra y dio un final feliz a su experimento. Unió a los “Águilas” y los “Serpientes” en actividades en las que tuvieran que cooperar para conseguir una meta. Repararon juntos un camión averiado, hicieron un grupo de trabajo común para suministrar agua al campamento, tendieron un puente desde las dos orillas de un río… Eran trabajos en las que unos necesitaban la cooperación de los otros y esto hizo que se unieran.

Sherif aportó ideas para acabar con la tristeza que siempre producen las guerras, aunque se ganen. El duque de Welington sentenció “Nada, excepto una batalla perdida, puede ser tan melancólico como una batalla ganada”.

Al igual que Sherif, éste militar sabía que el camino de la violencia siempre es frustrante.

Porque sólo se puede ser feliz después de alcanzar un objetivo si uno sabe que no ha tenido que dejar muertos por el camino.

Luis MUIÑO, elhabitatdelunicornio.net
17 de Noviembre, 2009

sábado, 13 de noviembre de 2010

PUPILAS

Teorías Económicas explicadas con vacas

Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te da algo de leche.

Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.

Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.

Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.

Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva

Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!

Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.

yalosabes.com

miércoles, 10 de noviembre de 2010

PIEDRA MASCOTA




En abril de 1975, Gary Dahl estaba en un bar escuchando como sus amigos se quejaban de sus mascotas y esto le dio la idea para la “mascota perfecta”, una roca, ya que esta no necesita ser alimentada, ni que la saquen de paseo o la bañen o la peinen, no se muere, ni enferma ni es desobediente... Vamos, la mascota perfecta.

Una vez pasada la resaca, Gary pensó que la idea podía ir en serio, y se puso a redactar un “manual de instrucciones” de una roca mascota. Estaba lleno de juegos de palabras, guiños y chistes en referencia a lo absurdo y gracioso que tiene el tratar a una piedra como una mascota real.

Las primeras “Rocas mascotas” fueron simples piedras grises que compró a 1 centavo cada una en una tienda de material de construcción. Se comercializó como se hace con los animales domésticos, en cajas de cartón a medida, con la paja y los agujeros de respiración para el “animal”. También se incluía un manual de 32 páginas titulado “El cuidado y el entrenamiento de su piedra mascota”, con instrucciones sobre cómo criar y cuidar correctamente de una nueva piedra mascota.

El producto se vendió a 3.95$, la moda duró unos seis meses, y fue uno de los regalos estrella de la temporada de diciembre de 1975. Durante su corto plazo, la “Roca mascota” hizo millonario a Dahl.

Ya lo comentamos por aquí hace años, si cojemos cualquier producto lo “complicamos” en envasamos adecuadamente, somos capaces de vender mierda a precio de oro.

Si nos dan un producto, el que sea, bien enlatado y con la garantía de una buena firma somos capaces de comprar “Merda d’artista” a precio de Oro. El producto puede ser un paquete financiero en el que están metidas unas hipotecas garantizadas por una casa de calificación de renombrado prestigio, o pueden ser las acciones de un banco con nota sobresaliente (AAA) y si nos hace falta dinero podremos vender estos productos en el mercado ya que todos confían en su valor. Pero llega un momento en el que unos se dan cuenta de que el contenido no vale nada y ya nadie quiere comprar esa lata.

Incluso podemos complicarlo un poco más como comentaban el otro día en el blog salmón:

El primer mecanismo fue la creación de los Derivados de Deuda Colateralizada (CDO), que consistió en hacer paquetes con un gran volumen de estos prestamos hipotecarios y sacarles el timbre de la triple A, es decir hacerlos pasar por deuda de la máxima calidad, pagadera en toda circunstancia. El segundo mecanismo, curiosamente, fue asegurar estos CDO a través de los Derivados de Incumplimiento Crediticio (CDS), por si algo eventualmente fallaba y ocasionaba cierto barullo. Ambas operaciones cerraron el círculo del ganar-ganar. Porque ganaban si todo salía bien, y también si todo salía mal, algo que hasta hace algunos meses parecía un chiste de mal gusto

Evidentemente, vender una piedra como mascota no es fácil, además de tener un envoltorio muy atractivo hay que llevar a cabo una estrategia comercial muy agresiva con unas elevadas comisiones de ventas, veamos otro claro ejemplo.

Las cajas y los bancos que coloquen la emisión de bonos de deuda de Cataluña a los inversores particulares que lo deseen se llevarán una comisión de la Generalitat cercana al 3%, según explicaron ayer fuentes financieras. Considerando que la emisión de bonos será de 1.000 millones de euros, ampliables a 2.000, la traducción en dinero para la banca va de 30 a 60 millones. A ese 3% para las entidades hay que añadir el desembolso que supone la atractiva rentabilidad que la Generalitat ofrecerá a los inversores, del 4,75%, más del doble de la generada por las letras del Tesoro, que en la última emisión a un año daban al inversor un 1,9%.


Por tanto, si son capaces de vendernos una piedra como mascota o mierda a precio de oro ¿Cómo no lo van a seguir intentando una y otra vez?. Todo es cuestión de meterle un buen envoltorio, hacerlo parecer sofisticado y dejar unas jugosas comisiones al vendedor.

Escrito por Carlos Lopez el 10 de noviembre de 2010, en euribor.com.es