sábado, 31 de enero de 2009

MAL DE ESCUELA

Mal de escuela aborda la cuestión de la escuela y la educación desde un punto de vista insólito, el de los malos alumnos. Daniel Pennac, prestigioso escritor francés y un pésimo estudiante en su época, estudia esta figura del folklore popular otorgándole la nobleza que se merece y restituyéndole la carga de angustia y dolor que inevitablemente lo acompaña. Pennac mezcla así recuerdos autobiográficos y sus reflexiones acerca de la pedagogía y las disfunciones de la institución escolar, sobre el dolor de ser un mal estudiante y la sed de aprendizaje, sobre el sentimiento de exclusión y el amor a la enseñanza. Con humor y ternura, análisis críticos y fórmulas efectivas, ofrece una brillante y sabrosa lección de inteligencia. Mal de escuela es la historia de una metamorfosis. De cómo un mal alumno llega a ser profesor y más adelante un escritor reconocido.

Ahora la estoy leyendo.

MONSERGÁ

Definisión

Asión físicointelestuá consistente en la oservasión detenía, minusiosa y satirona de persona o persona del seso opuesto sin má intensión que el simple disfrute sensoriá y el calentamiento interno proporsionao por la visión.

Por ello, morsegá debe sé diferensiao de ligá (que requiere de una astitú astiva) e incluso de piropeá. En el morsegueo u asión de morsegá es impresindible que el morsegadó no emita palabra alguna dirigía al ojeto morsegao. Son permisible espresione del tipo "Ira esa no está buena", "illo, illo, las teta de aquella" y similare dirigia a compañero de morsegasión. Porque el morsegueo se puede prasticá sólo o acompañao.

La prástica solitaria del morsegueo requiere de que el morsegadó utilise gafa de só o periódico con la finalidá de disimulá. En realidá, un buen morsegadó no sale a morsegá sin sus gafa de só porque el momento culmen del morsegueo es cuando se retira las gafa pa comprobá si, lo que está viendo es de verdá o es un efesto ostico de sus lente protestora solare. También puede sé conveniente la utilisasión de uriculare apagao pa elevá el nivé de disimulo pero podé mantené la alerta ante posible comentario reveladore de la presensia del morsegadó.

Cuando se morsega en grupo el efesto de disimulo se abandona porque nadie puede pretendé que un grupo que morsega pase inasvertio, por lo que ya el libro, periódico o publisidá del Merca Má pa disimulá deja de sé un requisito impresindible.

De El bló de Carmelo, gaditano en gaditano.

jueves, 29 de enero de 2009

VÉRTIGO

Cualquier persona que se precie
ha de ser capaz
de dejarse llevar por el río
de la locura
al menos una vez a la semana,
sin tener que rendir cuentas
a la memoria.

¿Por qué volver los ojos
a la inquietud
y esquivar
la posibilidad de perseguir un sueño
que nos lleve a perdernos
en el bosque de las casualidades?

Sebastián MORATALLA

miércoles, 28 de enero de 2009

CARLOS EDMUNDO DE ORY

La anécdota la contó Carmen Martín Gaite, y tiene como protagonista al gaditano Carlos Edmundo de Ory, poeta maldito donde los haya. Corría el mes de marzo de 1944, y no hay que decir que eran tiempos extremadamente duros. Ory, sin embargo, había logrado un sueldo fijo como bibliotecario del Parque Móvil Ministerial. El joven poeta tenía acreditada fama de llegar siempre tarde al trabajo, y harto de esos retrasos, un día su jefe le increpó:

-¿Cómo llega usted a las once si sabe que aquí entramos a las nueve?

Cuenta la escritora salmantina que Carlos Edmundo Ory miró fríamente a su interlocutor y le espetó:

-¿Y cómo quiere usted que llegue a las nueve, si yo me despierto a las diez?


Carlos SÁNCHEZ, en elconfidencial.com, 28-1-2009

martes, 27 de enero de 2009

CHILE

"Te hubiera dado más de lo que me robas"

Joaquín Sabina



Lo que no está y no perdí, seguro me lo han robado.

No es, obviamente, la primera vez. Me han robado cosas importantes, la mayoría de ellas con mi complicidad. Me han saqueado una y otra vez sin que yo llame a nadie para denunciar.

Cada una de esas veces yo escribí.

Anoté lo perdido, para perderlo un poco menos. Anoté, también, lo ganado, para fotografiar de adentro la alegría de mi alma en ese descubrimiento. Anoté lo incierto, para darle un poquito de contorno. Anoté lo oscuro para verlo, anoté lo claro para irradiarlo.

Yo, que tengo muchos oficios inútiles, encuentro en el oficio de escribidora la única cuerda que me afina y me alinea con mi propia humanidad.

Por eso duele.

Un diario es tan poco, salvo para el que lo ha escrito. Anotaciones literarias, notas de ensayos que no escribí, lágrimas que lloré bien o mal, risas ilícitas de las que me apropié. Cosas de nada que sólo encontraban sentido en mi propia demencia.

Sólo yo tenía el conjuro.

¿A quién podrá servir mi estúpido modo de ser río y piedra, de ser socorro y nunca? ¿A quién mis preguntas sin raíz, mi té sin azúcar, mis sonatas de ombligo y lunares?

Nostalgia de papel.

Ojos en tinta.

El pulso de la memoria.

Yo, apenas.

Y esta orfandad de biblioteca.

De El refugio de los cronopios

sábado, 24 de enero de 2009

TRASTORNOS AUTORREFERENCIALES

La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. Los que la padecen tienen frecuentemente el sentimiento de estar controlados por fuerzas extrañas. Poseen ideas delirantes que pueden ser extravagantes, con alteración de la percepción, afecto anormal sin relación con la situación y autismo entendido como aislamiento.

El deterioro de la función mental en estos enfermos ha alcanzado un grado tal que interfiere marcadamente con su capacidad para afrontar algunas de las demandas ordinarias de la vida o mantener un adecuado contacto con la realidad. El psicótico no vive en este mundo (disociación entre la realidad y su mundo), ya que existe una negación de la realidad de forma inconsciente. No es consciente de su enfermedad.

La actividad cognitiva del esquizofrénico no es normal, hay incoherencias, desconexiones y existe una gran repercusión en el lenguaje, pues no piensa ni razona de forma normal. El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de manera insidiosa o progresiva.

La edad de inicio promedio es en los hombres entre los 15 y los 25 años, y en las mujeres entre los 25 y los 35 años. No obstante puede aparecer antes o después, aunque es poco frecuente que surja antes de los 10 años o después de los 50 años.

ENCICLOPEDIA MEDICA

viernes, 23 de enero de 2009

EL PODER DE LAS PESADILLAS

En el pasado, los políticos prometían crear un mundo mejor. Tenían distintas formas de lograrlo, pero su poder y su autoridad surgían de la visión optimista que ofrecían a su pueblo.

Esos sueños fracasaron. Y hoy, la gente ha perdido la fe en las ideologías.

Cada vez con más frecuencia, los políticos son vistos simplemente como administradores de la vida pública. Pero ahora han descubierto un nuevo rol que restaura su poder y su autoridad. En vez de repartir sueños, ahora los políticos prometen protegernos de las pesadillas.

Documental de la BBC del mismo título

jueves, 22 de enero de 2009

GESTIONAR EL ODIO

En 1984, la novela de George Orwell donde se describe una sociedad totalitaria dirigida por El Partido, en la que los seres humanos son utilizados como simples piezas de un engranaje gigantesco, se nos habla de cómo, cada día, los pobladores de ese mundo asfixiante han de interrumpir sus tareas para concentrarse en “los dos minutos de odio”. Durante ciento veinte segundos, y bajo la mirada implacable del Gran Hermano, los habitantes de Oceanía se disponen frente a una pantalla y son bombardeados por imágenes de aquellos personajes calificados como traidores y de aquel país contra el que en ese momento se encuentren en guerra. A la vista de aquellos seres despreciables y aquellos paisajes repugnantes, los habitantes de Oceanía experimentan un odio cerval, una furia absoluta, prorrumpen en gritos y cierran los puños con rabia. Después de experimentar lo cual, cuando cesan las imágenes, se sienten confortados por vivir en la sociedad en la que viven, una sociedad enemiga de toda esa iniquidad.

Retornan entonces a sus obligaciones satisfechos y tranquilos.

Más que la represión directa o más que la propaganda, son sin duda esos dos minutos diarios de odio los que mantienen cohesionada a la sociedad de 1984.

Miguel BAQUERO

EL LABERINTO DE BORGES



"En la Finca Los Álamos, 250 km de Mendoza (Argentina) está creciendo un impactante laberinto cultural que recorre el mundo de Jorge Luís Borges: es un gigantesco libro abierto con senderos que forman el nombre del escritor y dibujan sus símbolos preferidos: relojes de arena, espejos, un bastón, la cabeza de un tigre, un colosal signo de interrogación y las iniciales de María Kodama."

"La historia del laberinto se empezó a escribir en enero del 58, con las firmas de Pamy y Randoll Coate en el primer libro de visitas de Los Álamos. Randoll era un joven diplomático inglés cuando el destino y Susana Bombal lo pusieron frente al genio de Borges en la intimidad de su finca. Pasaron los años y Randoll, que devino en famosísimo diseñador de laberintos, tuvo un sueño compartido con Susana: soñaron con un laberinto especial, único, que hoy está creciendo lentamente frente a las viñas gracias al empuje de Camilo Aldao hijo, el verdadero hacedor del de este laberinto que de sueño pasó a verde realidad con la llegada de María Kodama a Los Alamos en febrero del 2003."

miércoles, 21 de enero de 2009

MENSAJE CIFRADO

—Vengo, Maestro, porque me siento poca cosa, no tengo fuerzas para emprender nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y necio. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
—Lo siento, muchacho, no puedo ayudarte ahora, debo resolver un asunto. Quizás después... —pero agregó:— Si me ayudas tú a mí, lo resolveré y podré ayudarte antes.
-Sí, Maestro —consintió el joven, aunque percibió que era menospreciado y postergado.
El Maestro se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y se lo entregó al muchacho:
—Toma el caballo de ahí afuera y ve al mercado. Vende este anillo. Obtén por él lo más que puedas, pero no aceptes menos de una moneda de oro, pues he de pagar una deuda urgente.
El joven llevó el anillo al mercado y lo ofreció a decenas de mercaderes, uno tras otro; pero estos desestimaban la mercancía al saber las pretensiones del joven. Sólo un amable viejecito le explicó que una moneda de oro era demasiado valiosa para cambiarla por el anillo, y le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre. Pero el joven, siguiendo las instrucciones del Maestro, rechazó la oferta.
Abatido por su fracaso, el joven monto su caballo y regresó pensando que ojalá tuviera él mismo una moneda de oro que entregar al Maestro a cambio del anillo, con tal de liberarlo de su preocupación..
—Lo siento, Maestro, no es posible conseguir lo que me pidió —le explicó al llegar—. Quizás sí dos o tres monedas de plata, pero no veo posible engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
—¡Que lúcido, joven amigo! —contestó sonriente el maestro— Averigüemos primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para valorarlo? Dile que quiero vender el anillo y pregúntale cuanto me da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven fue al joyero, quien examinó el anillo con su lupa, lo pesó y dijo:
—Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
—¿58 monedas?
—Sí. Con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
—Siéntate —dijo el maestro tras escucharlo—. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede valorarte un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y el Maestro volvió a entrarse el anillo en el meñique de su mano izquierda.

ANÓNIMO CHINO

martes, 20 de enero de 2009

LOS RECUERDOS DEL PORVENIR

Frente a nosotros,
como una fila de velas encendidas,
-radiantes, cálidas y vivas-
están los días del futuro.

Los días del pasado son
esas velas apagadas.
Las más cercanas todavía humeantes,
las más lejanas encorvadas, frías,
derretidas.

No quiero verlas. Me entristece
recordar su brillo.
Frente a mí miro las velas encendidas.

No quiero mirar hacia atrás y asustarme:
cuán rápido la negra fila avanza,
cuán rápido las velas apagadas crecen.

Konstantinos KAVAFIS

lunes, 19 de enero de 2009

EL SABER

Adonis veía claramente aunque tenía cerrados los ojos. Se veía a sí
mismo dentro de sí mismo.
Clara y conscientemente recordaba o leía, como quien sueña y está
consciente de que está soñando. Se veía a sí mismo pero no era él
mismo. Es imposible describir aquel estado con palabras. El único
símil que se puede presentar, es como ver el reflejo de uno mismo y
de las cosas en un gran espejo.
Todo estaba presente ante él aunque las cosas estaban lejanas. ¿Veía
todo el conjunto en él o era él todo el conjunto?
No eran las cosas en sí lo que veía, sino las causas de las cosas. Lo
adivinaba o lo intuía.
El sentía que era la Luz en la Luz, y la Luz en el sexo y el sexo era
El Todo que contiene todo.
Comprendió que todas las religiones tienen el mismo origen y el
origen de todo lo que existe está en la Luz y el fuego, y la Luz y el
fuego están en el sexo.
Que Dios el creador, manifiesta por los órganos creadores, el fuego
sagrado y la luz que crearon el Cosmos y todas las cosas visibles e
invisibles.
Que esta luz es la inmortalización del alma. Que este misterio es la
llave de la Iniciación Interna, y la de la puerta del cielo.
Que es la panacea de la salud, de la dicha y de la sanidad. Que el
hombre y la mujer forman la divinidad una, binaria y triuna.
Que para ver a Dios y hablar con El, deben ser unidos por El y en El.
Que cuando se unen El y Ella por el pensamiento y la sensación se
forma la creación.
Que el verdadero Dios reside en la luz del Fuego Sagrado y que la
adoración a Dios debe ser en este Fuego.
Que todas las religiones no pudiendo conservar la Luz del Fuego,
acudieron a simbolizarlo por medio de miles de símbolos e invenciones
mentales.
Que la verdadera religión no está en lo que el hombre puede ver y
oír, sino en lo que pueden sentir sus sentidos. Y aquél que quiere
llegar a Dios debe buscar el camino de la sensación y no el de la
oración.
Que el único ser que puede dar la sensación al hombre, es la mujer. Y
a la mujer el hombre.
Que el hombre al adorar a Dios intuitivamente adora a la mujer, y la
mujer al hombre. El hombre adora a la mujer para producir la
sensación y la mujer adora al hombre para producir el pensamiento.
Que el sexo es la fuerza sensitiva que genera al mundo, al hombre y a
la acción, para después por el pensamiento, regenerar al mundo, al
hombre, inmortalizando su alma.

Jorge Enrique ADOUM, en Adonay

miércoles, 7 de enero de 2009

AVISO A NAVEGANTES

Desde el día 5 llevo sin acceso a la red, gracias a Orange.
No sé cuando tendré capacidad de seguir colgando textos en el blog. No desfallezcáis, amiguitos, sigo vivo y volveré. Un abrazo digital.

domingo, 4 de enero de 2009

ENTREVISTA A JUAN RULFO

J. S. ¿Podría dar una idea de cómo llegó a encontrar la manera de escribir Pedro Páramo?

J. R. Pues en primer lugar, fue una búsqueda de estilo. Tenía yo los personajes y el ambiente. Estaba familiarizado con esa región del país, donde había pasado la infancia, y tenía muy ahondadas esas situaciones. Pero no encontraba un modo de expresarlas. Entonces simplemente lo intenté hacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gente de mi pueblo. Había hecho otros intentos -de tipo lingüístico- que habían fracasado porque me resultaban poco académicos y más o menos falsos. Eran incomprensibles en el contexto del ambiente donde yo me había desarrollado. Entonces el sistema aplicado finalmente, primero en los cuentos, después en la novela, fue utilizar el lenguaje del pueblo, el lenguaje hablado que yo había oído de mis mayores, y que sigue vivo hasta hoy.

En Siempre! la cultura en México, 15-8-1973

19 DE MARZO DE 1993

Dice Fric que el día 3 y el día 4 soñó con caballos blancos y que durante los días siguientes tuvo vértigos espantosos.
Me lo dijo todo ayer por la tarde, cuando lo visité después de más de un mes de no aparecer por su casa. Quizá todo sean imaginaciones suyas o excrecencias de su mente. A pesar de todo sigue teniendo una gran lucidez.

Para desorientarlo de estos pensamientos le pedí que me recordara el suceso de Josef Sterba:

"Lo conocí cuando tenía 15 años y él rondaría los 70. Por entonces era un funcionario retirado. En sus ratos libres ejercía de medium y respondía a preguntas, por escrito, cuando se encontraba en trance. Llegué a verle escribir en hebreo, y hasta en hindi, lenguas que, por supuesto, no conocía. Recuerdo las sesiones: él se sentaba y se concentraba, cogía un lápiz y --siempre con los ojos cerrados-- escribía las contestaciones. Nunca cobró una corona por sus servicios.

"A pesar de ser católico --aunque no practicante-- él fue quien me relacionó y me dio a conocer la idea de la reencarnación."

Desde entonces, me contó Fric, a lo largo de su vida ha tenido la intuición de vivir tres vidas anteriores: en la más antigua fue chino, en otra posterior fue un soldado francés que murió fusilado en la guerra de independencia española, y en la tercera ejerció de cura en un buque italiano.

[Fric nació en Praga en 1902, fue arquitecto y acuarelista, se exilió a Colombia y, después, a EE.UU. y murió en España hacia 1998]

sábado, 3 de enero de 2009

ENCANTADORES DE SERPIENTES

Los encantadores de serpientes conectan muy bien su propia vanidad con la ceguera de su clientela, los envuelven, tienen facilidad de palabras muy abstractas, hablan de lo que han leído, viven lo que les han contado, mezclan lo espiritual, lo físico, lo mental, lo causal, lo trascendental… porque ya se sabe que su teoría lo cubre todo y si no es así peor para el cliente.

Puede llegar el día en que otra realidad paralela a la de ellos les ponga enfrente otro contenido distinto, que ponga en cuestión su modelo, que de alguna manera desafíe el dogma de sus trivialidades, y en aras y para hacer honra con su propia limitación, responderán utilizando las mismas herramientas que según ellos explican todo; y serán los otros quienes no ven lo que ellos supuestamente ven, y no llegan alcanzar el grado de su sabiduría.

Los encantadores de serpientes hacen daño, y mucho; a ellos mismos abonando su propio dogma, ahogándose en su propia vanidad, a las personas que se cruzan en su camino y se paran a escuchar su música, y en consecuencia a todos los que estamos comprometidos con un mínimo de rigor y honestidad en nuestro trabajo


Manuel LEÓN LÖPEZ

MONETARISMO Y CRISIS

El presidente Nixon acabó con el sistema del patrón dólar-oro en el año 1971, arrasando el acuerdo Bretton Woods de 1944 sobre la paridad que sustentaba todas las monedas mundiales y las lanzó a fluctuar libremente, al albur del viento especulativo. Hasta ese momento, de la moneda emitida por los EEUU respondían las reservas de oro de Fort Knox. El cociente entre los gramos de oro almacenados y el número de dólares totales emitidos establecía su verdadero valor. El dólar de entonces llevaba por escrito su garantía en el billete. El problema era que los bancos creaban, ya por entonces, dinero a espuertas por el efecto multiplicador que ya hemos explicado tantas veces. Cuando lo creaban al prestarlo exigían, como ahora, un contravalor, una garantía, que era doble: en primer lugar, exigían que el destino del dinero prestado fuera para su inversión en un negocio rentable que permitiera su devolución; y en segundo, una garantía en caso de impago, que solía ser en bienes inmuebles: tierras y edificios, de valor suficiente para cubrir la deuda.

Los bancos, fueran prudentes o no, inventaban realmente dinero por el que exigían el pago de intereses; lo emitían mediante apuntes contables, no en papel-moneda, y no llevaban escrita ninguna garantía, sino que se valían de la misma que el dinero en papel-moneda, o sea, el oro de Fort Knox. Mal asunto para el dólar, porque su número aumentaba rápidamente pero la garantía era siempre la misma. El único modo honrado de resolver el problema creado hubiera sido ir reduciendo, conforme aumentaba el número de dólares, el de gramos de oro por dólar. Curioso asunto: la economía crecía, la riqueza también, pero la moneda valía, de hecho, cada vez menos respecto al oro.

Solución: deshacerse del patrón oro, y que éste pasase a ser como otra mercancía cualquiera. Y punto pelota. La jugada de los asesores de Nixon fue la siguiente: “¿Son el oro y otros metales preciosos la única garantía posible de la moneda?” Recordemos que: "dinero es cualquier cosa que los miembros de una comunidad estén dispuestos a aceptar como pago de bienes y deudas". Entonces, sería posible emitir dinero usando como contravalor o respaldo cualquier metal, los diamantes,el petróleo, aunque se consume y desaparece, la tierra, que es un bien cuyo valor fluctúa en razón de su calidad, situación geográfica y grado de usabilidad. ¿Y la masa humana de un país? Aunque la esclavitud desapareció, al menos teóricamente, era también posible. China ha conseguido hacerlo: Una de las fortalezas del yuan es la expectativa de crecimiento del país, merced a su capital humano. Pero sobre todo, la genial estafa era emitirlo utilizando como contravalor únicamente la confianza del tenedor de los billetes.

Félix UDIVARRI, ÁCRATAS (Message In Out)

viernes, 2 de enero de 2009

¿LENGUAS Y MITOS INDOEUROPEOS?

Vivimos en un mundo en que las palabras y los relatos nacen, se transforman y mueren, viajan, se contagian y se retraen, con muy escasos orden, norma, sistema y previsión, por mucho que nos pese a los filólogos. Reconstruir sus pasos, aun armados de cómodos y tramposos condicionales y *asteriscos, o de estrategias tan prácticas pero tan cuestionables como la de imaginar una *Europa o una *Indoeuropa monolíticas, impermeables, aisladas del resto del mundo (sobre todo del mundo del sur), es tarea harto difícil, posiblemente vana e imposible cuando los rastros se adentran en la bruma de un pasado cuyas palabras borró el viento. Vivimos en un mundo en que el intercambio de palabras y de relatos entre compañías hechas y enseguida deshechas en un viaje, en un retiro, en unas vacaciones, ha dado lugar no solo a obras literarias como los Canterbury Tales de Chaucer o el Decamerón de Boccacio, sino que ha moldeado, también, la propia biografía cultural, el propio repertorio de palabras y de relatos, híbridos, cruzados, promiscuamente multidireccionales, que atesoramos cada uno de nosotros.

José Manuel PEDROSA, en Culturas populares, nº 5

DENISE FREITAS SOARES

#1
la noche -enorme
todo duerme
menos tu nombre

#2
dos hojas en la sandalia
el otoño
también quiere andar


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Yo quería tanto
ser un poeta maldito
la masa sufriendo
mientras yo profundo medito.

Yo quería tanto
ser un poeta social
rostro quemado
por el hálito de las multitudes.

Sin embargo
mírame aquí
poniendo sal
en esta sopa sosa
que mal va dar para dos.

Paulo LEMINSKI

ESTAMOS ARRODIAICOS Y HASTA EL CUELLO

1.
El otro día fui a pescar.
No pesqué ninguna trucha,
pero me encontré una flecha
que me la tiró un indio.

PEÑARRUBIA


2.
San Isidro labrador,
pájaro que nunca anida,
no le pegues al muchacho,
que ya apareció la petaca.

POPULAR

EL ENAMORAMIENTO

La certeza de no estar seguro más que de eso mismo

La incertidumbre del enamoramiento radica precisamente en su veraz falta de certeza. Sabemos que estamos enamorados. Pretendemos estar enamorados. Deseamos estar enamorados. El deseo y la pretensión no se acercan ni remotamente a la certeza. Si el hombre tiene la inherente necesidad de la búsqueda de conocimiento, ¿Por qué carajos busca estar inmerso en la incertidumbre del enamoramiento?

El amor nunca termina bien. No es una postura, como se pudiera pensar, negativista, por el contrario: el término significa la consecución de un objetivo primario, el del inicio.

El amor siempre termina bien. No es una postura, como se pudiera pensar, positivista, por el contrario: bienestar es algo que procuramos encontrar a través de todos y cada uno de nuestros actos, no importando que tan grotescos o autodestructivos parezcan éstos.

El amor termina. No es una postura, como se pudiera pensar, necrófila, por el contrario: la muerte es el fin último, de lo que sea; siempre es el destello fulminante precedente de la nada, como el orgasmo.

Ricardo X. MARTÍNEZ SÁNCHEZ

jueves, 1 de enero de 2009

LA HISTORIA SEGÚN PAO CHENG

(Para empezar el año a gusto, aquí va una joya de Salvador ELIZONDO)

En un día de verano, hace más de tres mil quinientos años, el filósofo Pao Cheng se sentó a la orilla de un arroyo a adivinar su destino en el caparazón de una tortuga. El calor y el murmullo del agua pronto hicieron, sin embargo, vagar sus pensamientos y olvidándose poco a poco de las manchas del carey, Pao Cheng comenzó a inferir la historia del mundo a partir de ese momento. “Como las ondas de este arroyuelo, así corre el tiempo. Este pequeño cauce crece conforme fluye, pronto se convierte en un caudal hasta que desemboca en el mar, cruza el océano, asciende en forma de vapor hacia las nubes, vuelve a caer sobre la montaña con la lluvia y baja, finalmente, otra vez convertido en el mismo arroyo…” Este era, más o menos, el curso de su pensamiento y así, después de haber intuido la redondez de la tierra, su movimiento en torno al sol, la traslación de los demás astros y la propia rotación de la galaxia y del mundo, “¡Bah! –exclamó- este modo de pensar me aleja de la Tierra de Han y de sus hombres que son el centro inamovible y el eje en torno al que giran todas la humanidades que en él habitan…” Y pensando nuevamente en el hombre, Pao Cheng pensó en la Historia. Desentrañó, como si estuvieran escritos en el caparazón de la tortuga, los grandes acontecimientos futuros, las guerras, las migraciones, las pestes y las epopeyas de todos los pueblos a lo largo de varios milenios. Ante los ojos de su imaginación caían las grandes naciones y nacían las pequeñas que después se hacían grandes y poderosas antes de ser abatidas a su vez. Surgieron también todas las razas y las ciudades habitadas por ellas que se alzaban un instante majestuosas y luego caían por tierra para confundirse con la ruina y la escoria de innumerables generaciones. Una de estas ciudades entre todas las que existían en ese futuro imaginado por Pao Cheng llamó poderosamente su atención y su divagación se hizo más precisa en cuanto a los detalles que la componían, como si en ella estuviera encerrado un enigma relacionado con su persona. Aguzó su mirada interior y trató de penetrar en los resquicios de esa topografía increada. La fuerza de su imaginación era tal que se sentía caminar por sus calles, levantando la vista azorado ante la grandeza de las construcciones y la belleza de los monumentos. Largo rato paseó Pao Cheng por aquella ciudad mezclándose a los hombres ataviados con extrañas vestiduras y que hablaban una lengua lentísima, incomprensible, hasta que pronto se detuvo ante una casa en cuya fachada parecían estar inscritos los signos indescifrables de un misterio que lo atraía irresistiblemente. A través de una de las ventanas pudo vislumbrar a un hombre que estaba escribiendo. En ese mismo momento Pao Cheng sintió que allí se dirimía una cuestión que lo atañía íntimamente. Cerró los ojos y acariciándose la frente perlada de sudor con las puntas de sus dedos alargados trató de penetrar, con el pensamiento, en el interior de la habitación en la que el hombre estaba escribiendo. Se elevó volando del pavimento y su imaginación traspuso el reborde de la ventana que estaba abierta y por la que se colaba una ráfaga fresca que hacía temblar las cuartillas, cubiertas de incomprensibles caracteres, que yacían sobre la mesa. Pao Cheng se acercó cautelosamente al hombre y miró por encima de sus hombros, conteniendo la respiración para que éste no notara su presencia. El hombre no lo hubiera notado pues parecía absorto en su tarea de cubrir aquellas hojas de papel con esos signos cuyo contenido todavía escapaba al entendimiento de Pao Cheng. De vez en cuando el hombre se detenía, miraba pensativo por la ventana, aspiraba un pequeño cilindro blanco y arrojaba una bocanada de humo azulado por la boca y por las narices; luego volvía a escribir. Pao Cheng miró las cuartillas terminadas que yacían en desorden sobre un extremo de la mesa y conforme pudo ir descifrando el significado de las palabras que estaban escritas en ellas, su rostro se fue nublando y un escalofrío de terror cruzó, como la reptación de una serpiente venenosa, el fondo de su cuerpo. ”Este hombre está escribiendo un cuento”, se dijo. Pao Cheng volvió a leer las palabras escritas sobre las cuartillas. “El cuento se llama La Historia según Pao Cheng y trata de un filósofo de la antigüedad que un día se sentó a la orilla de un arroyo y se puso a pensar en… ¡Luego yo soy un recuerdo de ese hombre y si ese hombre me olvida moriré…!”

El hombre, no bien había escrito sobre el papel las palabras “…si ese hombre me olvida moriré”, se detuvo, volvió a aspirar el cigarrillo y mientras dejaba escapar el humo por la boca, su mirada se ensombreció como si ante él cruzara una nube cargada de lluvia. Comprendió, en ese momento, que se había condenado a sí mismo, para toda la eternidad, a seguir escribiendo la historia de Pao Cheng, pues si su personaje era olvidado y moría, él que no era más que un pensamiento de Pao Cheng, también desaparecería.

* Cuento publicado originalmente en el libro "Narda o el verano" (Fondo de Cultura Económica, México, 1966).

LA VORÁGINE

Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia. Nada supe de los deliquios embriagadores, ni de la confidencia sentimental, ni de la zozobra de las miradas cobardes. Más que el enamorado, fui siempre el dominador cuyos labios no conocieron la súplica. Con todo, ambicionaba el don divino del amor ideal, que me encendiera espiritualmente, para que mi alma destellara en mi cuerpo como la llama sobre el leño que la alimenta.

José Eustasio RIVERA